En 2009, la Provincia gastó el 95,7 por ciento de los casi de 12.400 millones de pesos que había presupuestado (recálculos mediante). La previsión fue bastante ajustada en términos generales, pero resultó muy errada en decenas de partidas que representaron buenas intenciones a la hora de confeccionar el presupuesto pero en la práctica no se ejecutaron o lo hicieron de manera muy parcial.
El área más afectada por la subejecución del presupuesto fue el Ministerio de Ciencia y Tecnología, que sólo dispuso de 21,7 millones de pesos sobre un presupuesto de 38,8 millones, es decir, el 56 por ciento de los recursos ya escasos que le habían sido asignados.
Una comparación basta para entender la estrechez de fondos del área: el Gobierno gastó 37,5 millones de pesos en publicidad, o sea, 73 por ciento más que en Ciencia y Tecnología.
No se invirtió un solo peso en el programa de Investigación Básica al que se había asignado 1,5 millón y de los 4 millones presupuestados para Fondos de Inversión Tecnológica, apenas se ejecutó el 2,4 por ciento. Las partidas para Fortalecimiento de Recursos Humanos Científicos y para Programas de Investigación Orientados también quedaron en cero.
La situación fue casi idéntica en la Secretaría de Ambiente, en la que sólo se ejecutó el 57,8 por ciento de los 40,7 millones de pesos previstos. Esto hizo que no se destinara un peso a los programas de Gestión de Áreas Protegidas, de Pesca, ni de Ordenamiento de Bosques Nativos. De los 15 millones de pesos presupuestados para el Fondo de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos apenas se gastaron 291 mil pesos, el 1,9 por ciento.
El Ministerio de Agricultura también hizo mucho menos de lo que se había propuesto: gastó 49,4 millones de pesos de los 77 millones que tenía asignados, es decir, el 64 por ciento.
La partida para Actividad Agrícola sólo ejecutó 45 por ciento de los 8,5 millones presupuestados y la de Actividad Pecuaria contó con 10 millones, cuando tenía asignados 18,8 millones de pesos. El programa de Promoción de la Calidad de los Alimentos ejecutó apenas 25 por ciento y la cuenta especial del Fondo de Desarrollo Agropecuario (ley 9456) tenía presupuestados 22,9 millones, pero en la práctica no tuvo un centavo.
Más ejemplos. La cuenta 030 de la Secretaría de Cultura se ejecutó en 44 por ciento. Sólo gastó 1,4 millón de los 3,2 millones presupuestados.
La cuenta especial de Prevención y Lucha contra el Fuego contaba con un presupuesto de 53,9 millones de pesos, pero se usaron 35,7 millones. A la compra de bienes de capital –equipamiento para los bomberos– se destinó menos de la mitad de lo previsto.
La partida para Defensa Civil apenas tenía presupuestados 271 mil pesos y sólo ejecutó el 18 por ciento de esa cifra. Por ley, la Comisión Provincial de Tránsito y Seguridad debía contar con una cuenta especial a la que se asignó 1,3 millón, pero no se integró un peso.
El Instituto de Planificación Metropolitana (Iplam), un área que se anunció como prioritaria, tenía una partida de 715 mil pesos, pero sólo dispuso del 13 por ciento de esos recursos.
El Ministerio de Educación gastó 97,2 por ciento de su presupuesto de 3.819 millones de pesos –el más grande de la administración–, pero igual desfinanció varios programas.
De hecho, fueron casi nulos los recursos para Infraestructura de Escuelas, Plan de Apoyo a la Educación Inicial y Mejora de la Calidad de la Educación Técnica. Algunas de esas partidas se sostenían con recursos nacionales que no llegaron.
A la Secretaría de la Mujer, Niñez y Adolescencia le faltó el 12 por ciento de 141,5 millones de pesos presupuestados y al Ministerio de Desarrollo Social le restó 10 por ciento (casi 60 millones).
Fuente www.lavoz.com.ar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario