Siempre insistimos y resaltamos el hecho de que cada uno de nosotros, con sus acciones y elecciones cotidianas, puede tener un impacto positivo en el medio ambiente. Hoy queremos presentarles un informe que vuelve a probar que esto es cierto: los consumidores son una pieza clave en la lucha contra el cambio climático.
La investigación fue liderada por Mohan Munasinghe, director del Instituto de consumo sustentable de la Universidad de Manchester. Munasinghe recibió el Premio Nobel de la Paz junto con Al Gore en 2007, y forma parte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU.
El informe sugiere que se estimule la demanda de productos y servicios que tengan menores impactos en el medio ambiente. ¿Cómo estimular este tipo de demanda? Con herramientas impositivas, con la comunicación masiva y el marketing, entre otros. Principalmente, las empresas y los gobiernos deben trabajar para que en el momento de la decisión de compra, el consumidor no tenga barreras en su elección de productos ecológicos.
Recordemos porqué importa el consumo, y cómo puede afectar al cambio climático. Los productos y servicios que consumimos cada día fueron elaborados con energía, y esa energía casi siempre proviene de combustibles fósiles. Estos emiten gases de efecto invernadero (GEI), y son un recurso finito. A su vez, los productos suelen estar elaborados con materiales contaminantes. Por último, la agricultura, que nos provee de alimentos, genera grandes emisiones de GEI, y tiene consecuencias nocivas en los ecosistemas, los suelos, y suele ser causante de la deforestación.
El informe estima que considerando que los consumidores son responsables del 75% de las emisiones, si los países desarrollados reducen sus emisiones de acuerdo con las metas gubernamentales, se reducirían las emisiones en un 50% para 2050.
Otras recomendaciones del informe son las siguientes:
•Las empresas deberían trabajar para reducir sus emisiones en todas las etapas de sus procesos, desde la producción, la manufactura, la distribución, el uso por parte de los consumidores y la disposición de los productos descartados.
•Los gobiernos deberían desarrollar medidas internacionales para regular la huella de carbono y el impacto ambiental de los productos y servicios. Para que estas medidas sean más eficientes, se deberían aplicar métodos y criterios para cuantificar y contabilizar las exigencias de los productos.
•En cuanto a los consumidores, se los debería ayudar a tomar decisiones más sustentables, a través de los precios y de una mejor información.
Fuente www.sustentator.org
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