Encabeza la lista junto a Brasil y Venezuela, según una encuesta de hogares realizada en 15 países de la región. El 91 por ciento de la población utiliza saneamiento mejorado, uno de los más altos del continente, de acuerdo al Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 2007-2008. Para el gobierno, es un tema "central y nodal del siglo XXI".Las estadísticas acompañan a la decisión del Gobierno Nacional de otorgar "prioridad" al saneamiento ambiental, considerado un tema "central y nodal del siglo XXI", según palabras de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, al ubicarse el país en el primer puesto en materia de inversiones en el área.
Así se desprende de un estudio realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que hizo un relevamiento de hogares en 15 naciones del continente, y que indicó que el país, junto a Brasil y Venezuela, ha sido el que más invirtió en saneamiento ambiental en toda América Latina.
Fue la Presidenta Kirchner quien hizo público, el pasado 26 de febrero, durante la apertura de ofertas para la ampliación de la red cloacal del partido de La Matanza, la postura del gobierno respecto al saneamiento y el medio ambiente, al afirmar que el tratamiento de esos temas "son centrales y nodales para el siglo XXI".
Tal afirmación impacta en un año que ha sido declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el "Año Internacional del Saneamiento", con el objetivo de reforzar la toma de conciencia de todos los actores sociales y promover el compromiso político de los Estados y Gobiernos.
En Argentina, el 91 por ciento de la población utiliza saneamiento mejorado, mientras que un 96 por ciento tiene acceso a fuentes de agua adecuadas, según el Informe de Desarrollo Humano para el período 2007-2008, que elaboró el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En la práctica, esa decisión política se tradujo en inversiones para obras que permitan disminuir la contaminación, tal el caso de la Cuenca Matanza-Riachuelo, la Cuenca de los ríos Salí y Dulce, o las obras de saneamiento del lago San Roque, entre otras.
Para el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Li-Moon, el acceso al saneamiento "está estrechamente relacionado con todos los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), en especial con los que se refieren a la pobreza, el medio ambiente, la educación, la igualdad de género y la reducción de la mortalidad en la infancia".
Una de las principales metas del los Objetivos de Desarrollo del Milenio, al que se comprometieron todas las naciones que integran las Naciones Unidas, es disminuir en un 50 por ciento la proporción de personas que carecen de saneamiento hasta el año 2015.
En cuanto al Año Internacional del Saneamiento, se han establecido ocho objetivos entre los que destacan el fortalecimiento de la toma de conciencia y el compromiso de todos los actores sociales sobre la importancia de los ODM y la movilización de los gobiernos, instituciones financieras y sector privado, entre otras, a través de acuerdos de cooperación.
Asimismo, la obtención de compromisos concretos para estudiar, desarrollar e implementar programas de saneamiento; fomentar soluciones sostenibles y tradicionales; asegurar el aumento del financiamiento; desarrollar y capacitar la capacidad institucional y humana; reforzar la institucionalidad y promover y enseñar temas de saneamiento.
Una buena política de saneamiento trae aparejado beneficios económicos y sociales, además de beneficiar al medio ambiente. En la actualidad, anualmente más de 200 millones de toneladas de desechos humanos, además de vastas cantidades de aguas residuales y desechos sólidos, son liberadas sin tratamiento.
De acuerdo a las estadísticas elaboradas por las Naciones Unidas, por cada dólar invertido en saneamiento se genera un beneficio económico promedio de siete dólares, un ejemplo del impacto en el crecimiento económico y en la reducción de la pobreza.
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