Somos un grupo de profesionales interesados en el cuidado del ambiente. Creemos que los cambios de actitud en temas ambientales comienzan cuando las personas logramos comprender, valorar y respetar el lugar donde vivimos.
Por esta razón buscamos concientizar a la comunidad aumentando su capacidad para la identificación de los problemáticas ambientales, reflexionado sobre sus posibles causas y posibles soluciones e incentivándolos a actuar en consecuencia.

17 de mayo de 2008

Educación Ambiental: un puente hacia el cambio de conductas

En muchos de nuestros artículos de esta columna hemos mencionado la educación ambiental. Seguramente en próximos artículos la sigamos mencionando y es por eso que es importante definirla ya que abocamos a ella la responsabilidad del éxito de una iniciativa para el cambio. Es que justamente eso es lo que buscamos cuando decimos “hace falta educación ambiental” pero, ¿Qué es la educación ambiental? podemos definirla como un proceso que tiene como primer objetivo la modificación de las conductas de quienes aprenden. Es una definición sencilla pero exige ser disgregada para comprender la educación ambiental y cómo llegamos a ella.
En primer lugar vale aclarar que existen diferentes formas de hacer educación ambiental y que ésta no sólo se da en ámbitos escolares sino que puede ser desarrollada por cualquier entidad que tenga la intencionalidad de educar.
Es así que hablamos de educación ambiental formal cuando se da en un ámbito institucional donde los planes están avalados oficialmente y que generalmente son escuelas, universidades, seminarios oficiales, entre otros.
Pero la educación ambiental puede desarrollarla cualquier otra institución que, aunque con procesos más flexibles que en la educación ambiental formal pero con la misma intencionalidad, desarrollen propuestas educativas de manera libre. Esta es la educación ambiental no formal.
También tenemos la educación ambiental informal que a diferencia de las dos definidas anteriormente no tiene intencionalidad educativa como lo son, por ejemplo, las publicidades gráficas de “productos ecológicos” donde se destaca el cuidado del ambiente pero cuya intencionalidad no es educar al lector. Aún así es posible utilizar y convertir estas publicidades en herramientas con calidad educativa.
Ahora bien, como lo definimos anteriormente lo que la educación ambiental busca es un cambio de conducta a través de un proceso pero, ¿Cómo se logra? Principalmente definiendo como va a desarrollarse ese proceso y que se espera obtener del educando. Y es aquí importante destacar la formación de quién enseña y la concepción que este tenga del ambiente ya que será el transmisor del mensaje y el que velará para que la persona que es educada pueda comprender los problemas ambientales y que pueda desarrollar habilidades para su investigación y resolución logrando hacer de ella una persona crítica que a su vez pueda transmitir ese mensaje a otros. De la comprensión y de la identificación se parte hacia el cambio de conducta donde quien aprende es capaz de visualizar las relaciones que lo vinculan con el ambiente y la importancia de la intervención en la resolución y prevención de problemas ambientales.
La educación ambiental forma parte de las políticas públicas y debe plantearse como una estrategia más encaminada hacia la prevención, identificación y solución de los conflictos ambientales.
A nivel nacional, la República Argentina será sede, el año próximo, del VI Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental, un encuentro del que tomarán parte las máximas autoridades del Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y delegados de 33 países de la región convirtiéndose en país anfitrión de centenares de especialistas en educación ambiental provenientes de todo el mundo.
A nivel local, la educación ambiental constituye una herramienta a tener en cuenta para fortalecer las iniciativas de cada propuesta ambiental que surja en nuestra comunidad, el nexo entre lo que queremos lograr y las personas involucradas en el proceso de cambio. El resultado de un esfuerzo planificado recaerá sobre nuestro ambiente y por ende, sobre nosotros mismos.
[Nota publicada en Periodico La Semana de Exaltación de la Cruz correspondiente a sabado 17 de mayo de 2008]

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