Somos un grupo de profesionales interesados en el cuidado del ambiente. Creemos que los cambios de actitud en temas ambientales comienzan cuando las personas logramos comprender, valorar y respetar el lugar donde vivimos.
Por esta razón buscamos concientizar a la comunidad aumentando su capacidad para la identificación de los problemáticas ambientales, reflexionado sobre sus posibles causas y posibles soluciones e incentivándolos a actuar en consecuencia.

2 de abril de 2008

Bolsas plásticas ¿las queremos?

Resultan prácticas y nos las entregan gratuitamente en todos los comercios. Son muchas y aunque algunas las utilizamos para acondicionar la basura doméstica hay muchas otras que se pasean por las calles urbanas y no urbanas, en la playa, enredadas en los árboles y en lugares que muchas veces nos sorprenden encontrar: las bolsas de plástico.
Este tipo de bolsas, que ganaron popularidad a partir de la década del 70, son actualmente tema de discusión y preocupación de pueblos y ciudades, de países desarrollados y en desarrollo ya que en su mayoría están compuestas de material no biodegradable que pueden llegar a tardar en descomponerse, con condiciones biofísicas a favor, cerca de 400 años debido a sus complejas e irrompibles moléculas. La principal materia utilizada en su fabricación es el petróleo, un recurso renovable. Frente a esta situación se ha estudiado, y de hecho aplicado, poner en el mercado bolsas biodegradables aunque aquí también surgen disputas respecto a que su producción utiliza como principal materia el almidón de maíz que las hace menos resistentes y exige aumentar el cultivo de maíz, planta que consume mucha agua y energía.
En la mayoría de las iniciativas mundiales se ha optado por utilizar este tipo de bolsas, acompañado de incentivos a los comerciantes (ya que adquirirlas suele ser mas caro), cobrando las bolsas que cada cliente utilice y en algunos lugares hasta se ha vuelto a utilizar aquellas viejas bolsas de compras.
Según datos de un estudio del Instituto de Ingeniería Sanitaria de la UBA y el Ceamse, “el plástico del que están hechas (las bolsas) es el componente de la basura que más aumentó en los últimos 35 años. En 1972, no representaba un porcentaje significativo (menos del 1%). En cambio, para 2006, un 13,75 % de los residuos fueron plásticos y la mayor parte correspondieron a bolsas de polietileno”.
En la Argentina, se calcula que cada familia descarta cerca de 40 kilos de plástico por año.
Saturados de bolsas tanto el gobierno de la provincia de Buenos Aires como la Nación a través de la Ministerio de Salud y Ambiente empezaron a dar los primeros pasos.
Semanas atrás, a nivel provincial, se presentó un anteproyecto que prevé establecer un plazo para que los comercios, desde almacenes hasta hipermercados, incorporen bolsas biodegradables lo que, según estimaciones oficiales, podría demandar unos dos años. Si bien no se plantea una prohibición explícita, el espíritu de la normativa es apelar a una actitud responsable tanto de comerciantes como de clientes para elegir material fácilmente biodegradable para sus envoltorios.
También en el Congreso Nacional existe un proyecto de ley en el mismo sentido que, si se convierte en norma, las bolsas entregadas por supermercados y comercios del país deberán estar fabricadas, en un 75 % como mínimo, con material biodegradable o bioplástico (avalado por la norma internacional correspondiente).
Además, quedará prohibida la venta, en esos comercios, de bolsas para residuos cuyo material no sea biodegradable.
La autoridad de aplicación será el Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación, entidad que deberá determinar el monto de las multas que se aplicarán a los comercios que no cumplan con lo establecido.
Ambas normativas intentan regular el uso de estas bolsas que además de generar contaminación visual causan otros problemas como la contaminación del suelo, la producción gases tóxicos para la salud cuando son incineradas, tapan canales o desagües, contaminan mares y ríos afectando flora y fauna entre otras consecuencias. Pero no solo es necesario que estas normativas se sancionen sino que, obtener los resultados efectivos para reducir este tipo de residuos, exige un cambio necesario en las comunidades que le permitan saber elegir productos ambientalmente amigables. Mientras tanto pensemos si realmente queremos esa bolsa plástica que nos están ofreciendo.

Columna AmbientalMente en Periodico "La Semana de Exaltación de la Cruz" Sabado 29 de Marzo de 2008