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26 de octubre de 2009

El viento de Comodoro Rivadavia ya no esparce polietileno por las calles


COMODORO RIVADAVIA.- Viento y polietileno eran aquí aliados inseparables en el paisaje. Era casi normal a la mirada el vuelo de las bolsitas de supermercado. Ante la amenazante contaminación ambiental, en julio de 2005 el municipio prohibió a las grandes cadenas y los pequeños locales comerciales el uso de "materiales no biodegradables para el envase de mercaderías". A cuatro años de la medida , comerciantes y funcionarios coinciden en que fue el inicio de un cambio de hábitos que evitó que casi tres millones de bolsas por mes atacaran el medio ambiente.

"Los primeros meses de la ordenanza no fueron sencillos. El uso de bolsitas era una costumbre muy arraigada. Pero en esta ciudad el desafío también era evitar las bolsas volando en las calles, como habitualmente pasaba un día de viento", relató Gabriel Rothstein, gerente zonal de la red de supermercados La Anónima, actualmente con siete sucursales en barrios de esta ciudad.

Este mes, una medida similar comenzó a aplicarse en la provincia de Buenos Aires y son varias las legislaturas que en el país estudian una disposición similar. En Comodoro Rivadavia, la prohibición abrió el debate hace cuatro años. "Hay que tener en cuenta que hasta hace poco usábamos las bolsitas del supermercado para poner la basura de nuestras casas. Por otro lado, era difícil en los primeros meses recordar que había que llevar la bolsa de rafia para hacer las compras o prepararse para poner la mercadería en cajas. Me quejé mucho al principio, pero ahora me parece una medida acertada", comentó a LA NACION María Elena Pereira.

Según se desprende de las cifras de los grandes supermercados, el ahorro en bolsas de polietileno al medio ambiente promedia los tres millones de unidades mensuales. Sin embargo, "todavía quedan las que se usan para la fruta, la verdura y la carne, que siguen siendo de polietileno. Por eso, todavía se ven algunas bolsitas volando", explicó Juan Carlos Expósito, un carnicero del barrio 13 de Diciembre.

La necesidad de "poner un freno al uso indiscriminado e irresponsable de materiales no biodegradables fue uno de los motores de la decisión. Había que explicarle a la gente que debíamos hacer un corte sobre algo que a todos nos resultaba natural. Tuvimos que preparar a nuestros propios inspectores, los que realizaban el control para que se cumpliera la ordenanza, porque recibían muchas veces la crítica de la gente. El cambio es, ante todo, cultural", recordó Silvina Avila, que era la secretaria de Medio Ambiente cuando se aprobó la ordenanza. Según rememoró, los primeros comercios que adhirieron a la medida fueron "las franquicias y, de inmediato, las grandes cadenas de supermercados, que eran las mayores generadoras de bolsas".

Camino por recorrer

Para el actual subsecretario de Medio Ambiente de la municipalidad local, Oscar Ruiz, todavía queda un largo camino por recorrer: "La ordenanza se cumple a rajatabla en supermercados, pero cuesta más en comercios chicos. Por eso, un día de viento seguimos viendo bolsas en barrios de la zona norte de la ciudad. Un cambio de hábitos siempre resulta difícil. Se ha avanzado, pero todavía falta una toma de conciencia mayor. En nuestro caso, seguimos estableciendo sanciones contra aquellos que no cumplen con la norma".

Funcionarios y grandes supermercados son, sin embargo, optimistas. Desde la red de supermercados La Proveeduría, el empresario Alberto Escribano dijo a LA NACION: "En nuestro caso, la medida evita que 500.000 bolsitas de polietileno contaminen el medio ambiente de la ciudad. La gente no tiene opción. O trae su bolsa de rafia o carga la mercadería en cajas. Al principio los clientes se quejaban, pero ahora ya no hay cuestionamientos".

"Aceptamos de inmediato la medida. Solo le pedimos un plazo al municipio para agotar el stock de bolsitas de polietileno que teníamos ya impresas. No fueron más de seis meses, que era lo que establecía la ordenanza."

El mismo camino recorre La Anónima, que relanzó en los últimos meses una campaña que incentiva a los clientes a adquirir una bolsita reutilizable. "Las vendemos en nuestras sucursales al valor de costo como una alternativa a la caja de cartón. Pero, como todo, cambio llevará su tiempo."

fuente la nacion

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